Hotel de marcado estilo vintage con un mobiliario inspirado en los grandes clásicos, como Saarinen o Thonet. Mezcla e integración de materiales nobles que aportan elegancia y estilo a un interior en el que predomina el latón y el nogal americano.
En el lobby los espacios están claramente definidos gracias a una marcada iluminación que genera distintas escenas. Dando lugar a un espacio con una gran mesa de roble y taburetes de rattan, de esta manera se ha generado el guiño del lobby. Se combinan tejidos de seda y lino. En el restaurante del hotel encontramos una pequeña y luminosa terraza, ambientada con vegetación de Esterlizias y muebles de Lobster Day.
Las habitaciones espaciosas, revestidas con papel vinílico y mobiliario a medida acabado en roble rusticado y una cálida iluminación, generando varias escenas de luz. En la cubierta con vistas a Barcelona, se encuentra una piscina y una terraza.