El reto del estudio fue convertir un local pequeño, oscuro en un local acogedor, luminoso y que recordara a las antiguas tiendas de alimentación de Madrid. La clienta y propietaria de “La más croqueta”, llevaba tiempo queriendo desarrollar un proyecto muy especial, una pequeña tienda de croquetas caseras con zona de compra rápida y espacio de degustación, que recuperara la artesanía en la elaboración del producto y que reflejara la filosofía del saber hacer casero y el aspecto de las tiendas tradicionales de toda la vida que podemos encontrar en las calles más antiguas de Madrid. El espacio donde desarrollaron el proyecto, era un antiguo local de la calle Toledo, en el centro de la capital, que anteriormente funcionaba como restaurante de comida rápida asiática, de pocos metros cuadrados y escasa luz. Desde el primer momento, una de sus prioridades fue conseguir un espacio mucho más luminoso que tuviera una mezcla de tradición, modernidad y artesanía.
El estudio se inspiro en las tiendas tradicionales de ultramarinos de Madrid para recrear un espíritu artesano, con un aspecto fresco, renovado y actual. Quisieron conservar la esencia de los clásicos comercios madrileños en el diseño de la fachada, el mostrador y la zona de caja, reinterpretando elementos tradicionales y haciéndolos más contemporáneos, con una estética más cuidada. En el mostrador y la caja se inspiraron en las antiguas cajas de tiendas con letreros de forja. Para que el espacio fuera más diáfano, separaron la cocina de la sala de degustación, a través de una atractiva cerrajería de vidrio y hierro, que permite el paso de luz natural desde la calle, e incluimos algunos espejos para dar amplitud.