El estudio Red Deer ha diseñado el The Alan Hotel en Manchester focalizándose en la experimentación, el realismo y la mejora constante. Situado en el corazón de la ciudad, frente a la Manchester Art Gallery, al lado del bullicio de Chinatown y del distrito comercial, se trata de un edificio de 6 plantas con un restaurante/café/bar y 137 habitaciones.
Mediante la exposición de los orígenes humildes del edificio, de ladrillos cara vista y piedra de textura desgastada, se ha conseguido rendir un homenaje al pasado (se trata de un antiguo almacén de algodón) al mismo tiempo que se han actualizado elementos como los techos bajos, que escondían el potencial real de muchos de los espacios.
Las habitaciones destacan por su fusión de elementos, como la improbable combinación entre ducha y cama presente en muchas de las estancias. Éstas, además de cumplir con sus típicas funciones, actúan como obras de arte en sí mismas. La iluminación de las mismas, por otro lado, se ha creado a partir de materiales desechados y con un funcionamiento basado en la cinética, en la transmisión de energía por parte del usuario.
Se ha dado mucha importancia a la economía circular a la hora de diseñar los espacios del edificio, tratando de reutilizar el máximo material posible y poniendo en valor piezas que, en solitario, no parecían útiles pero que, al combinarlas con otras, han resultado de vital importancia para el desarrollo del proyecto.