Atún que viene desde la Almadraba. Mar, océano, olas, playa arena, atún… Son las palabras que han inspirado al estudio a la hora de desarrollar el concepto de este proyecto. Los azules intensos del océano, los degradados y colores de la arena de playa, el movimiento del mar y de las olas y el destello de la luz del sol sobre los lomos del atún. Todo ello se ha materializado a partir del uso de un azulejo brillo tipo tesela color azul océano, un revestimiento de cemento, realizado a partir de arena de playa y aplicado de manera orgánica sobre las paredes generando esa sensación de movimiento que nos recuerda al mar, a las olas… mediante un degradado de colores de claros a oscuros que replica ese mismo degradado de la arena desde la orilla hasta el horizonte, todo ello combinado con un toque madera natural y mármol blanco macael.
El puesto queda enmarcado con una escultura de peces colgada del techo, fabricada y diseñada a medida, a partir de pequeñas piezas en forma de pez de metacrilato espejado dorado, lo que nos recuerda a esos destellos del sol en el lomo de los atunes. La colocación de la misma no es casual, los peces nadan en círculos, representando el círculo que se genera cuando barcos de almadraberos se colocan rodeando a los atunes, según la pesca tradicional de la Almadraba.