El restaurante está ubicado en los pabellones diseñados por el estudio de arquitectura GCA en los jardines del Castillo de Peralada, donde tiene lugar el Festival Castell de Peralada (festival de artes escénicas). Al ser un espacio que estaba dedicado a eventos, el primer reto era acondicionar un espacio diáfano y con techos muy altos para crear una atmósfera acogedora e íntima para el nuevo uso.
El acceso secundario de mercancías hacia la cocina se ha transformado en la entrada principal. Al tratarse de un restaurante asiático, se ha utilizado una estética oriental y elegante donde todos los elementos cobran sentido y permite al espacio tener una circulación que funciona en un entorno confortable. Como telón de fondo del local, se ha colocado un revestimiento de fibras naturales formando una cuadrícula irregular en distintas direcciones, que genera unas sombras muy relacionadas con la estética asiática y permite a su vez ocultar las entradas a la cocina, los baños y el guardarropa.
La distribución de sala se configura a partir de la colocación de una gran mesa a la salida de cocina que permite utilizarla como eje central de uso de camareros. El banco perimetral que recorre el espacio se sitúa en la parte de atrás, permitiendo ver desde allí todo el local con el castillo de fondo. Unas mesas dobles de estructura de hierro y sobre de dekton brillante están situadas en la gran cristalera de fachada y mesas redondas de madera de nogal o piedra abujardada en el centro. El uso de visillos de lino, colocados sobre unas barras de hierro, permite jugar con las alturas y dobles capas de manera que tamiza la luz sin tapar las vistas hacia el castillo.
La intervención más importante es el diseño especial de las tres grandes lámparas en forma de flor que, realizadas en papel con estructura metálica que aportan calidez, hacen percibir la altura a una escala más confortable y evocan a la estética oriental.
La iluminación se ha potenciado mediante proyectores con temperatura cálida y muy concentrados, para crear el ambiente dramático encima de las mesas y en los elementos vegetales. La implementación decorativa se realiza mediante unos almendros en flor que hacen referencia al final del invierno y el inicio de la primavera, momento de apertura del restaurante. Para hacer un guiño al entorno y a su tradición se han querido utilizar imágenes de la ópera Madame butterfly -representada en el propio festival de Peralada- y que tiene una referencia estética oriental.
SHIRO BY PACO PEREZ
Estudio: SANDRA TARRUELLA INTERIORISTAS
Ubicación: Peralada, Girona
Fecha de ejecución: 2022
Fotografía: Salva López
Cliente: Shiro By Paco Perez