El reto del estudio GAC 3000 fue restaurar tres antiguas casas mallorquinas del siglo XVll y convertirlas en un hotel de lujo en un pueblo de interior de Mallorca. Para conseguir el resultado de tradición y diseño recuperaron el patrimonio construido, y respetaron al máximo la arquitectura tradicional mallorquina como por ejemplo la ‘pared seca’, los arcos y los techos con sus famosas vigas. Tras un año y medio de obras, se inauguró el hotel boutique de 5 estrellas.
El hotel se creó con una clara idea: está diseñado para ser un espacio que se vaya presentando a medida que te adentras en él. La entrada forma parte del recibimiento tanto de la recepción del hotel como de sus restaurantes que están abiertos al público (tanto el Tess de Mar, de comida mediterránea con el mejor producto Km. 0 y el Kairiku, un restaurante donde se debe dejar la confianza en el chef ya que los menús se estructuran según los productos del mercado). Las dos plantas es donde se encuentran las 16 habitaciones de este pequeño pero lujoso hotel. Al adentrarse un poco más se descubre un pequeño oasis donde se encuentra la terraza del restaurante, la piscina y una zona exterior de descanso. Pasada esta zona se encuentra la joya de la corona del hotel: su apartamento. Una estancia con todos los lujos para pasar una estancia larga en la isla. Además desde el oasis que os hemos comentado se accede al gimnasio y al spa.
El hotel destaca por una iluminación indirecta para crear un ambiente cálido y acogedor, el terciopelo, la madera en el mobiliario, y el marés conforman la parte del hotel mallorquín que une tradición y estilo. Para representar la exclusividad del hotel, se han añadido detalles dorados y una gran exposición de arte, tanto en zonas comunes como en las habitaciones.