Un antiguo bar de pintxos, en la parte Vieja Donostiarra, es transformado por el estudio El Equipo Creativo, pero sin perder parte de la esencia de estos locales tradicionales. El Restaurante Txalupa Gastroleku son 2 bares en un solo local, El Equipo Creativo ayuda a diferenciarlos con el color como protagonista y los dota de personalidad. El local esta situado estratégicamente entre el puerto de la ciudad y el mercado de la Bretxa, antigua lonja de pescado de la ciudad que aún mantiene el uso de mercado gastronómico.
En la primea estancia se hace referencia al puerto y su colorido: el tono verde oscuro del agua que envuelve el diseño del local. Las piezas cerámicas artesanales, diseñadas específicamente para el local, nos ayudan a introducir un efecto acuático, a través de su intenso color turquesa, sus imperfecciones y su brillo. Resalta el protagonismo de la barra, una clara referencia a las txalupas (embarcaciones), tanto en sus tonos como en su materialidad. Como contrapunto de color aparecen las cuerdas, tan típicas en las redes de pesca tradicional. Estas cuerdas ayudan a dar cierta privacidad y personalidad a las mesas, al mismo tiempo que juegan a contrastar la profundidad del fondo turquesa, gracias a sus
tonos claros y cálidos.
En una planta inferior, el espacio es antagónico. La idea del estudio era crear un pequeño club privado, el TX Club, de atmosfera nocturna y sofisticada. Su propuesta de diseño se inspira en una antigua bodega de un barco, donde el tono cálido de la madera nos envuelve en todas sus caras, en contraste con el azul del pavimento, una vez más la referencia al fondo marino. La escalera de conexión entre los dos bares se convierte en uno de los protagonistas principales del local, tanto a nivel de color como a nivel escenográfico. Un túnel teñido de luz roja ayuda a atraer, gracias a toda su carga simbólica, a clientes en búsqueda de una experiencia más nocturna y tal vez prohibida…