En la zona de Chamartín, al norte de Madrid, Morph Estudio ha transformado una antigua casa unifamiliar y un pequeño colegio en un hotel para estudiantes de casi 5.500m2. El edificio consta de 249 habitaciones individuales completamente equipadas, cada una con su propio baño privado, además de áreas comunes. La estructura se distribuye alrededor de un patio central, que sirve como punto focal, creando una manzana cerrada con una distribución uniforme que forma una plaza interior con piscina y zonas ajardinadas.
La construcción del edificio se ha llevado a cabo prestando atención a los detalles estéticos en el interior. Los colores, acabados y materiales han sido cuidadosamente seleccionados con el objetivo de crear un ambiente acogedor y confortable, tanto en las habitaciones como en las áreas exteriores y las instalaciones. Para agilizar la construcción, se han incorporado baños modulares, con todas las conexiones de las instalaciones de baño pasando por encima del forjado. Las conexiones se han distribuido a lo largo del pasillo para facilitar intervenciones futuras.
El edificio ofrece una variedad de espacios diseñados, que incluyen un vestíbulo, habitaciones, gimnasio, comedor, salas de estudio, salas sociales y una sala de cine, con el propósito de fomentar la convivencia, fortalecer relaciones y promover el trabajo en equipo. El patio se presenta como un espacio funcional y visualmente atractivo, actuando como punto de encuentro, entretenimiento y recreación. Las áreas comunes están orientadas hacia este espacio exterior, priorizando la entrada de luz natural y las vistas hacia las áreas verdes.
Una parte de la cubierta ha sido diseñada como un espacio de uso colectivo, ofreciendo vistas panorámicas hacia el norte de Madrid, que incluyen la sierra de Guadarrama y las emblemáticas cinco torres del skyline madrileño.