El nuevo concepto de las pizzerías Madari se basa en la representación de dos caras del Puerto de Santa María: su faceta más natural y su dimensión más mediática. La propuesta busca generar sorpresa a través del contraste entre dos estéticas contrapuestas: luz y oscuridad, tranquilidad y dinamismo, naturaleza y artificio.
El área de comedor encarna el “Puerto Natural”, con una ambientación inspirada en las playas, pinares y entornos naturales de la zona. Este espacio se caracteriza por paredes encaladas, materiales orgánicos como las fibras naturales de Élitis, vegetación integrada y suelos de terracota en tonos cálidos. En contraposición, la zona de cajas representa el “Puerto Mediático”, vinculado al ambiente nocturno, a la música, el arte y los festivales propios de la ciudad. Aquí, las superficies se visten con azulejos azules brillantes de Marazzi y Vilar Albaro, mientras que del techo cuelgan cajas luminosas que muestran versos del poeta Luis Ruibal. En una de las paredes, una instalación artística con influencias de Costus acapara la mirada del visitante.
Una cortina de fibras naturales de Panno serpentea a lo largo del techo, suavizando la luz lineal de colores. En la zona de cajas, esta misma cortina adopta un tono negro para evocar el ambiente nocturno portuense. El mobiliario, compuesto por mesas y sillas de roble macizo con estructura metálica, ha sido diseñado por Ondarreta, aportando solidez y coherencia al conjunto.