Proyecto de renovación del lobby y la sala de desayunos. Los objetivos fueron crear una nueva identidad y firma de los espacios, transformándolos en un lugar cálido y acogedor. La idea también era mejorar la circulación de los espacios añadiendo una barra para reforzar la experiencia general. El estado inicial del hotel presentaba deficiencias, con una distribución mal diseñada, un confort térmico insuficiente y falta de asientos adecuados, por lo que requirió una renovación completa.
El proceso de prediseño consistió en un estudio en profundidad de los espacios, seguido de la creación de elementos móviles para optimizar la circulación y uso del local. Se prestó especial atención al uso de frescos decorativos, hechos a mano, para aportar un toque de autenticidad y carácter. La elección de tejidos y pinturas ha sido cuidadosamente seleccionada para crear armonía entre modernidad y estética, enriqueciendo al mismo tiempo la atmósfera del hotel. La elección del bronce cobrizo jugó un papel fundamental como material principal para diversos equipamientos.