Uno de los desarrollos urbanísticos más importantes junto a la playa de Jumeirah. El reto al que el estudio se enfrentó fue el de conseguir que el edificio, inicialmente proyectado para un uso distinto, funcione como hotel de 5 estrellas con todos los servicios que un alojamiento de ese tipo ofrece a sus clientes. Para ello creó una narrativa dirigida a un tipo de público específico, más joven que en otras marcas de Hyatt y, generalmente, de perfil creativo.
El diseño sirve para enmarcar las vistas ininterrumpidas del Golfo Pérsico y del horizonte de toda la ciudad de Dubai. Utilizando como punto de partida un “patchwork” de diferentes personas, en referencia a las diversas culturas que habitan la ciudad, Brime Robbins crea una narrativa que unifica todo el proyecto. Con una mezcla de colores, patrones y detalles locales Brime Robbins proyecta un gran vestíbulo, restaurantes, spa, salas de reuniones y distintas tipologías de habitaciones. El equipo de interioristas redefine así el lujo orientado en este caso a un nuevo tipo de cliente joven y de perfil creativo.