El hotel Via Augusta está ubicado en el centro de Barcelona, es un hotel cuyo target principal es cliente de trabajo o vacacional que visitan la ciudad. La caracteristica principal de este hotel es el trato cercano del personal hacia sus clientes, lo que ha conseguido que tengan un grado de fidelizacion muy alto….. “los clientes vienen a este hotel porque se sienten como en casa”. El hotel se encuentra en un edificio señorial y emblemático de la ciudad, cuya arquitectura influirá en el diseño interior, junto con la época en que se construyó. Para el estudio de Chelo Alcañiz el reto era conseguir un interiorismo que naciera de ambas premisas; por ello se inspiraron en la Barcelona de los años 50 (época a la que pertenece el edificio) y así crear un interiorismo cercano, acogedor y cómodo.
El diseño de la arquitectura del edificio ya marcaba unas lineas a seguir, basadas en la transparencia, en un lenguaje muy visual y emocional. El reto era que el interiorismo fuera una prolongación del exterior: “Un paso a el pasado para mostrarlo tamizado por la vanguardia actual, cuando el viajero accede al hotel comienza un viaje a los origenes del edificio y del interiorismo”
En la reforma, se ha creado una distribución totalmente nueva, basada en le plan de las necesidades desarrollado por el cliente, y con el objetivo de aprovechar al máximo todo el espacio, optimizándolos e implantando nuevas áreas. Cuando el equipo de diseño empezó a trabajar en el proyecto de interiorismo se marcó dos líneas de actuación. Por un lado, en esencia cada espacio debía trasladar la filosofía principal del hotel, trasladar a el cliente ese trato familiar y cercano, ese “sentirse” como en casa. Por otro lado, los espacios interiores son conceptualmente una prolongación de la arquitectura señorial del edificio, de la época en que se construye. Todas las lineas de inspiración nacen de la Barcelona de esa época: el ambiente, color, texturas, todo traslada a esa época.
Inspirándose en la sociedad señorial de la época, el estudio intentó recrear lo que entonces acontecía en la ciudad. Recuperando el concurso que se hizo para elegir el dibujo de los adoquines de las ciudad, DyD interiorismo se basó en uno de los diseño finalistas para aplicarlo en diferentes soluciones para el espacio; como por ejemplo la celosía. Se utilizaron materiales, texturas y colores que trasladan a la época de la Barcelona señorial y al barrio donde se ubica el hotel, diseñando un espacio con identidad propia, reforzado por la creación de piezas singulares de mobiliario para cada espacio y uso. La iluminación, ayuda a crear espacios escenográficos y diferenciadores, buscando en todo momento la exclusividad.