El diseño realizado por el estudio en el municipio de Alboraya consiste en la transformación de un antiguo edificio de oficinas deteriorado en un hotel para estudiantes funcional y moderno. La clave del proyecto ha sido optimizar la geometría cilíndrica del edificio, permitiendo una compartimentación adecuada de las habitaciones sin necesidad de generar áreas desaprovechadas o perder espacio útil.
En el proyecto integral se ha diseñado cada espacio, incluyendo el lobby, las habitaciones, el gimnasio, el comedor, las salas de estudio, las salas sociales y un cine. La estrategia principal consiste en utilizar paneles prefabricados en la envolvente del edificio, que se quiebran por una arista y se combinan con paneles perforados de colores para iluminar las habitaciones de manera efectiva.
En las áreas comunes, se destaca la presencia de colores vivos, como el naranja, que recorren la estructura de los pilares, que tienen una estructura singular. Esto genera un ambiente vibrante. Del proyecto, se distingue la eficiencia del sistema de circulación en los pasillos de las habitaciones, ya que están iluminados de forma lineal con una gama cromática degradada. Este sistema facilita la orientación de los usuarios y contribuye a la atmósfera moderna y acogedora del hotel.