El principal desafío del proyecto Hotel Sorra d’Or fue transformar este hotel, ubicado a pie de playa, en un espacio moderno y funcional, diseñado específicamente para atraer al público inglés, uno de sus principales mercados. El reto consistió en encontrar un equilibrio entre la modernidad del diseño y la esencia mediterránea que caracteriza su privilegiada ubicación costera.
El diseño debía cumplir con las expectativas de un cliente internacional exigente, ofreciendo espacios que combinaran confort, funcionalidad y una estética contemporánea, sin perder el encanto local.
Además, fue crucial optimizar la distribución y los servicios del hotel para responder a las necesidades específicas de este mercado, manteniendo una imagen actualizada y atractiva.