HOTEL PETIT PALACE PUERTA DEL SOL

El estudio Wanna se encargó de transformar el espacio de la planta baja para mejorar la experiencia general del huésped. Convirtieron un espacio de paso, donde inicialmente había recepción, zona de estar, despacho y aseo, en un espacio multiusos y de convivencia. La disposición de la recepción se replanteó para favorecer el contacto visual entre el staff y los huéspedes, optando por un diseño de mobiliario funcional que responde a las necesidades del staff y favorece el almacenamiento ordenado e invisible de todos sus materiales de trabajo cotidianos.
El desayunador se trasladó de la planta sótano a la planta baja, aumentando la capacidad del mismo, que pasa de 34 comensales a 42. La experiencia de consumo de los huéspedes mejoró notablemente, ya que el desayunador actual tiene luz natural y unas agradables vistas a la calle. Este espacio, además, cumple la función de zona social y de convivencia gracias a los diferentes ambientes que hay y a la versatilidad de su mobiliario. Se diseñó también una cocina abierta y funcional, para facilitar el autoservicio durante el desayuno, pero también para reforzar la sensación de “hogar” entre los huéspedes.
En la zona del sótano, tras subir el desayunador a la planta baja, se disponía de toda la planta sótano libre, con lo que desde Wanna se propusieron darle nuevos usos para sorprender a los huéspedes, fomentar su bienestar en el hotel y mejorar el valor percibido del hotel. Para ello se diseñó un espacio multifuncional, que recrea el efecto cueva, con zona infantil y de relax.
El estudio se encargó también de construir toda la narrativa de marca del proyecto a partir de la idea “guests are our Sun”, idea parte de la ubicación del hotel y establece una metáfora entre la plaza de Sol (el centro de Madrid) y las personas (el centro del hotel).