El Hotel Mercure Benidorm es un lugar pensado para alojarse y sentirse conectado con una comunidad íntima. Cada espacio tiene su propia identidad artesanal, con objetos y materiales que narran las conexiones e interacciones humanas, reinterpretando los valores materiales de la arquitectura mediterránea y la historia de Benidorm de manera contemporánea.
La planta baja es un espacio público donde convivir y disfrutar del momento. Las 186 habitaciones están diseñadas con atención a los detalles y la funcionalidad, buscando ser honestas y auténticas. En la cubierta principal del edificio se encuentran “five cabins”, un proyecto independiente que propone cinco cabañas urbanas, sobrias y acogedoras, sobre la cubierta del hotel de los años 60 en Benidorm, así como la rehabilitación del mismo.
El estudio ha utilizado materiales autóctonos, como morteros de cal y bloques de vidrio, creando un paisaje nuevo pero reconocible. Un proyecto que reivindica a los artesanos locales para realizar piezas principales, como bañeras y lavabos, hechos en barro y cocidos lentamente en las montañas de Alicante.