Proyecto de nueva construcción y diseño integral de hotel en una parcela con unas magníficas perspectivas sobre el río Miño a la entrada de la villa de Portomarín, al lado del Camino de Santiago. Se logró hacer un hotel que permita gozar de las vistas al Camino desde todas las habitaciones (26) y que se convierta en un elemento arquitectónico destacado en sí mismo, con habitaciones individuales, dobles, adaptadas e incluso un apartamento; así como espacios ajardinados, salones multiusos, recepción. etc. Para ello, se dividió el edificio en varios volúmenes adaptados a la topografía en los que distribuir las habitaciones y los elementos comunes y de servicio (recepción, salón polivalente, despacho, lavandería, locales técnicos, etc.). Todas las habitaciones tienen acceso independiente, libre, adaptado y directo desde el exterior, que se trata como un jardín.
Se buscó minimizar al máximo el consumo energético del edificio, con la inclusión de sistemas de alta eficiencia, aislamientos superiores a la media en cantidad y calidad, y sistemas de aprovechamiento de energía renovable. El diseño del hotel busca también minimizar las necesidades de personal del establecimiento, de modo que se pueda operar con una cantidad mínima de personal de solamente 5 personas.