En la reforma del hotel se persiguió el equilibrio entre materiales tradicionales y el empleo de sistemas constructivos actuales, simplificando el número de soluciones constructivas para conseguir una intervención sostenible e integrada en el entorno del casco histórico de Celanova. Durante la ejecución de la reforma, se priorizó el uso de la madera y de materiales ecológicos con huella de carbono negativa, como las pinturas de arcillas, los aislantes de fibras de madera, revestimientos de madera de castaño, Además de sistemas de Aerotermia e iluminación LED con regulación, la eficiencia fue la principal apuesta de la intervención.
El respeto por el carácter original del edificio, marca claramente la elección de la paleta de materiales, reduciéndola a la mínima expresión y buscando el equilibrio con la bioconstrucción. Desnudar el edificio de cualquier revestimiento superfluo es el punto de partida, para remarcar la autenticidad de la intervención. Uno de los aspectos de puesta en valor del hotel fue el recuperar las galerías tradicionales en la fachada posterior y reconstruir las de la fachada principal.
El respeto por la recuperación del hotel, se fundamentó de un diseño específico de todos los elementos constructivos y de cada pieza de mobiliario. Inspirándonos en el legado histórico de la propia edificación y realizándolo con madera maciza de castaño local. En todas las estancias, el generar distintas escenas, acentuando la iluminación indirecta o potenciando la directa, permite a los huéspedes adecuar el tipo de iluminación a sus exigencias. La organización del jardín trasero, donde el agua, la vegetación y la luz son los verdaderos protagonistas del patio y terraza exterior, convierten a este en el principal espacio de disfrute. Las habitaciones volcadas a la fachada principal, permiten la vinculación del hotel con la principal calle de la villa.