Cidon, en colaboración con el estudio de Erico Navazo han rehabilitado 41 estancias, recepción y el restaurante Azahar. La reforma re realizó contrarreloj, ya que tenía el reto de llegar a su apertura para la Semana Santa de Sevilla. La remodelación ha estado orientada a renovar los espacios y aportar nuevas experiencias en las diferentes estancias del hotel, todo ello sin distanciarse del espíritu inicial del hotel de ámbito andaluz y conservando, los más altos estándares de calidad.
El edificio era una antigua corrala de vecinos del siglo XVIII, de tres alturas y organizado en torno a dos patios centrales. En la reforma se han reemplazado los antiguos revestimientos por nuevos suelos cerámicos en habitaciones, y solería maciza recuperada del siglo XVIII en las zonas comunes. Los revestimientos de pared se han sustituido por revoco a la cal, en tonos tierra, tanto en habitaciones como zonas comunes y se han realizado trabajos de pintura en todos los techos. En cuartos de baño se han sustituido las duchas, bañeras, sanitarios, muebles de lavabo y toda la grifería y accesorios. Se ha creado una imagen más minimalista, utilizando como revestimiento el microcemento y accesorios en color negro mate, que le dan un aspecto más actual. En las habitaciones se ha realizado una intervención a través del mobiliario de madera natural, textiles con estampados y colores vivos, un guiño a la decoración tradicional sevillana. También se produce el cambio a un suelo cerámico que aporta luminosidad y frescura al espacio, que crea una continuidad entre habitación y cuarto de baño, ya que se emplea el mismo suelo para ambas estancias.
La actuación en zonas comunes ha sido todo un reto, debido a su forma rectangular con muy poca altura. Se ha instalado tanto en la recepción como en el restaurante, una pared entera de espejo envejecido que aporta gran amplitud al espacio y permite ver reflejado el exterior en el interior, consiguiendo un efecto visual, donde la naturaleza está incluida en el interior del espacio.