El diseño de Birch ha sido dirigido por el colectivo de arquitectura y diseño Red Deer. El hotel esta ubicado en 55 acres de naturaleza, con un total de 140 habitaciones. El hotel también cuenta con una granja en crecimiento, una panadería interactiva, dos restaurantes, tres bares, 20 espacios para eventos, un espacio de trabajo conjunto, gimnasios, taller de cerámica, proyecciones, música y arte.
Red Deer se propuso reutilizar y reparar los materiales del hotel, despojándose del desorden y muebles innecesarios para crear espacios más pensados. Esto se puede ver en los dormitorios, que están configurados para eliminar las presiones de la vida diaria, no hay televisores ni escritorios, solo habitaciones cálidas y bien diseñadas con obras de arte de fabricación local. El diseño fue en colaboración con los fundadores de Birch, Chris King y Chris Penn, quienes analizaron en profundidad de cómo el hotel debería funcionar mejor como un escape de próxima generación.
En algunos espacios, las obras de arte fueron encargadas, en otros las paredes se convirtieron en el lienzo o se descubrieron pinturas originales en los techos. Aplicaron la técnica japonesa de kintsugi (el arte de reparar la cerámica rota) reparando las áreas rotas con laca. Como parte de este enfoque, Red Deer analizó cómo podrían trabajar con lo que ya existía en Birch. Por ejemplo, las tablas del piso debajo de la alfombra estaban numeradas con pintura blanca de una renovación anterior. En lugar de cubrir las marcas, los diseñadores, expusieron y se convierten en parte de la decoración de la habitación.
Birch es uno de los proyecto de mayor tamaño hasta la fecha, como comenta el propio estudio. Su visión era desafiar el despilfarro y la uniformidad. Inspirados en el ingenio del pasado, donde las propiedades antiguas solían administrar sus recursos y la tierra de manera integral, los espacios de Birch tienen como objetivo trabajar con sus entornos tanto como sea posible. Trabajaron en estrecha colaboración con artesanos como la ceramista Emma Louise Payne, la diseñadora de materiales sostenibles Charlotte Kidger y el carpintero Jan Hendzel para diseñar piezas a medida que sustentan el espíritu del proyecto.