El principal desafío para el estudio fue diseñar un espacio que fuera verdaderamente diferente, original e innovador sin perder la esencia vintage y setentera del edificio original. Para lograr esto, se optó por una ingeniosa combinación de materiales y la elección de piezas de mobiliario e iluminación que transmitieran una apariencia de distinción y confort. Además, se prestó especial atención a detalles como los elementos decorativos, textiles, aromas específicos y tecnología personalizada.
A pesar de querer conservar el carácter retro original del espacio, también tenía que estar presente la esencia mediterránea local. Estas pinceladas autóctonas se reflejan en el diseño mediante la incorporación de elementos representativos de la identidad cultural isleña. Esta esencia está presente en textiles, mobiliario, la selección de materiales, decoraciones y artesanía local, que añaden un toque auténtico y distintivo a cada espacio.
La característica más destacable del proyecto es su mezcla de estilos profundamente marcados por la apariencia setentera del edificio existente mezclada con la voluntad de aportar un toque de personalidad y estilo mediterráneo al espacio. De él, cabe destacar una elaborada elección de materiales nobles. Estos aportan clase, elegancia y distinción a sus espacios. Además, esto se combina con una minuciosa elección de mobiliario contemporáneo y confortable. Lo que da como resultados unos espacios increíbles para unas relajantes vacaciones en la costa de Mallorca.