El cORNEr bar, situado en una esquina muy transitada del paseo Chinyero ‐avenida peatonal flanqueada de palmeras en plena Milla de Oro de Playa de las Américas‐, precisaba una remodelación integral que renovara sus instalaciones. La intervención en el local, de pequeña superficie pero con una generosa terraza espléndidamente orientada.
En el sur de la isla luce un sol intenso la mayor parte del año, del que conviene protegerse en las horas centrales del día. Sin embargo, el viento puede llegar a resultar incómodo en invierno. De modo que el estudio buscó una sombra pero también el sol, resguardando con algo que amparara el espacio sin llegar a taparlo.
Así, plantearon el proyecto cosiendo la esquina con un sombrajo de cuerdas entrelazadas que logran un microclima filtrando la luz del sol; sogas que se extienden al estrecho interior duplicándose en el forro de espejos. Una pérgola tejida que permite el paso leve del sol o de la brisa, y que se puede modificar a voluntad.
El resto de la renovación fue una minuciosa puesta al día de la cocina y los aseos ‐desarrollados en un volumen enterrado bajo el jardín con troneras de luz natural-. El diseño de la barra es un mueble de chapa de acero lacada y mármol blanco.
Al final, el proyecto se resuelve ofreciendo una imagen contemporánea que se inspira en lo cercano: la luz del color blanco, el cromatismo y la textura de las rocas de puzolana, tan características del paisaje local, y las labores de caña y mimbre de la artesanía popular.