El proyecto se realiza en un edificio ubicado en una de las avenidas más emblemáticas de Santander y goza de una privilegiada ubicación con unas vistas maravillosas de la bahía. Con casi un siglo de antigüedad, la construcción ha estado destinada a lo largo de su historia al uso docente, siendo en origen un colegio, después un centro universitario y por último una guardería. Se propone con esta intervención una transformación para convertirlo en un espacio público residencial, ¿un hotel o una residencia de estudiantes?, la respuesta es “ambos”, ya que funciona como residencia durante el curso académico universitario y como hotel durante el verano.
Esta premisa exige que las habitaciones puedan resolver las necesidades de sus ocupantes en estas dos situaciones (habitación doble compartida de larga ocupación y habitación doble de uso vacacional durante un corto periodo de tiempo), con un simple movimiento de las camas y gracias a la versatilidad de los cabeceros armarios. Dada la estrecha relación de la ciudad y la edificación con el mar, se pretende en todo momento hacer referencia a la temática marinera en su esencia, de una forma sintetizada y depurada, mediante el uso de materiales como la madera de roble y la piedra caliza, tan presentes en las infraestructuras marinas, colores claros con predominancia de azules y grises y geometrías puras y limpias.