Oh-Line
Lámpara de suspensión
Imagínate sentado bajo un halo de luz. Este es el efecto que crea Oh! Line, un fino círculo de luz. Diseñado por Mariví Calvo y Burkhard Dämmer, Oh! Line está disponible en dos tamaños de suspensión: mediana y grande.
Con su figura estilizada, la chapa de madera, el LED regulable y el difusor de luz, Oh! Line irradia calidez y elegancia. La luz de Oh!Line, en forma de anillo, proporciona un ambiente relajado y un brillo focalizado.
Información adicional
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Marca
Gama de producto: Productos de iluminación de alta gama.
Propuesta de valor: Envolviendo la luz desde 1993 Mariví Calvo y Sandro Tothill se conocieron en 1993. Ella era pintora, y acababa de volver a Valencia tras exponer en Nueva York. Él era un músico australiano descubriendo España. Ambos compartían una enorme pasión por el arte, el diseño y la experimentación. Coincidieron inmediatamente en su forma de enfocar la vida y en su punto de vista sobre el mundo, compartiendo sus inquietudes artísticas y creativas.
Así pues, empezaron a estudiar cómo materializar todo lo que sentían, probando con diferentes materiales. Hasta que una tranquila noche de verano unas láminas de chapa de madera consiguieron envolver la luz. Había nacido LZF. La madera es parte esencial del alma de LZF.
Descripción: Cuenta con la certificación FSC, asegurando su proveniencia de bosques controlados y garantizando su sostenibilidad y su compromiso medioambiental. Las láminas de madera están tratadas con Timberlite®, una técnica patentada por LZF, que permite que este delicado material se convierta en flexible y resistente sin la necesidad de utilizar ningún proceso químico. Por otra parte, todos los tintes utilizados son naturales.
Lzf difunde su pasión por la iluminación junto a un equipo internacional de diseñadores que realiza los más de 30 modelos únicos que se distribuyen, con enorme éxito, por todo el mundo. Sus lámparas iluminan miles de espacios y acompañan a millones de personas cada día. Cada una de estas lámparas está cuidadosamente fabricada a mano, con el mismo cariño con el que Mariví y Sandro empezaron a envolver la luz, hace ya más de 20 años.
