Studio Gronda, capitaneado por el arquitecto y diseñador Diego Gronda, ha sido el encargado de llevar a cabo el proyecto de interiorismo de las áreas restauración, banquetes y wellness así como de las áreas comunes para los usuarios del nuevo Hotel VP Plaza España Design, situado en la plaza de España, 3-5 de Madrid. La intervención comprende distintos salones para reuniones, banquetes y eventos, en la segunda planta al igual que la zona de wellness y gimnasio en la primera. Studio Gronda también fue parte de la visión de la restauración del hotel y la definen: en la primera planta con un restaurante español y en planta doce con el emblemático Ginkgo SkyBar. En total suman más de 2.500 m2 de proyecto. El Ginkgo SkyBar es el espacio estelar y protagonista creado por Studio Gronda en este hotel que ostenta la máxima categoría de 5 estrellas, y que cuenta con 214 habitaciones.
Diego Gronda y su equipo liderado por Maya Molina, ahondan en este proyecto en conceptos de diseño que le son propios, llevándolos aquí hasta la máxima excelencia. Entre los principales: el espacio concebido en sí mismo como un elemento de transformación, que brinda la posibilidad de modificar dimensiones y fisonomía para convertir a cada una de sus creaciones en espacios polivalentes (tanto a nivel funcional como estético) capaces de crear distintas experiencias para una variedad incontable de eventos.
Destaca también su propuesta de elementos que invitan a pequeños rituales en el interior de un establecimiento hotelero. Así mismo, pone el acento en vincular el interiorismo del hotel con el magnífico entorno de la Plaza de España en Madrid. Mediante el propio proyecto se incorpora y se potencia un diálogo con su arbolado y la vida en la plaza, con los notables edificios circundantes y con las increíbles vistas panorámicas. De este modo el carácter del hotel VP está fuertemente arraigado a su ubicación. Las zonas comunes del hotel son las más permeables y están completamente acristaladas para cumplir este objetivo.
Acceso independiente al Ginkgo Skybar. Studio Gronda ha diseñado un gran portal peatonal independiente (lateral al acceso del hotel) para acceder al Spa y al Ginkgo Skybar independientemente del Hotel. Esta intervención se insiere en la fachada del nuevo edificio hotelero – proyectado por el estudio de arquitectura b720 de Barcelona – como un elemento claramente distintivo, y como alternativa al diseño de la entrada principal del hotel. El acceso se ha singularizado con una pieza de arte creada por Jan Hendrix, artista holandés afincado en México cuya obra es bien conocida por interrelacionar arte, gráfica y arquitectura. La pieza de Hendrix, a doble altura, enmarca la entrada con láminas metálicas grabadas, representando la hoja del ginkgo biloba. Se trata de un árbol milenario de origen asiático que puede verse en ciertas zonas de Madrid, considerado único por sus características y por la bella forma de abanico de sus hojas. Las distintas láminas de bronce superpuestas, cortadas mediante técnica láser, brillan bajo el sol y se relacionan con la plaza.
Tras esta entrada, se abre paso a la recepción. Se trata un espacio a doble altura a la vez acogedor y espectacular. El techado facetado de espejos crea diversos reflejos y remite, a modo de pequeño prólogo, al espacio estrella del hotel que encontraremos en la planta 12ª: el Ginkgo Skybar. En la recepción a pie de calle, las paredes van revestidas con paneles ondulados elaborados con madera prensada que evocan los troncos de los árboles. La iluminación escalonada recrea el efecto mágico que se percibe en un paseo por el bosque cuando la luz se cuela entre las hojas y los troncos de los árboles.
Ginkgo Skybar en la Planta 12ª. Es el espacio más importante y significativo diseñado por Studio Gronda en el conjunto de este proyecto. Y el más espectacular con el que cuenta el Hotel VP Plaza España Design. Su pormenorizado diseño permite una extrema polivalencia sin perder su carácter propio y diferenciador. Puede funcionar como desayunador para grupos, restaurante de almuerzos, salón para eventos privados, bar, discoteca y solarium. Cabe resaltar un capítulo fundamental que no se ve, pero que se aprecia al entrar en uso la discoteca: cuenta con un proyecto específico de aislamiento y acondicionamiento acústico, tanto hacia el resto de dependencias del hotel como hacia la plaza, que garantiza el pleno descanso a los huéspedes y el vecindario. Además de ser un espacio que se transforma a lo largo del día, puede funcionar como 5 estancias independientes o unidas a conveniencia, gracias al desplazamiento de grandes correderas de vidrio y mobiliario transformable, aperturas o cierres, según la hora del día, tipo de uso y evento.
En el Ginkgo Skybar, el pavimento pétreo con motivo geométrico en tonos marrón y blanco tiene su eco en el techo facetado de espejos, donde se reflejan las copas los árboles de la Plaza de España. Este artesonado contemporáneo es un elemento de transformación que muta con las estaciones, igual que los árboles de la plaza: se tiñe de hojas rojas y ocres en otoño, verde en primavera y verano, y refleja abundante luz natural en invierno. Este techo se percibe también desde la calle seduciendo a los paseantes y dejando intuir lo que puede estar pasando arriba. El bar queda definido por un revestimiento de madera con altas propiedades acústicas. Su composición con lamas, además, fragmenta el espacio de dimensión alargada, equilibrando proporciones. La alternancia con franjas de espejo-bronce lo convierte en un telón de fondo rico y articulado. Un enorme espejo encima de la barra, con los distintos cócteles escritos en letras doradas, decora informando. Queda flanqueado por una cava de vino y la cocina.
La terraza del bar actúa como otro gran escenario mutante. Orientada a sur, es un espacio donde las tumbonas de día pueden convertirse en sillones durante el atardecer y la noche. La barra exterior funciona con continuidad. La piscina con fondo acristalado es una de las estrellas de espacio exterior. Con 12 metros de longitud, su base transparente permite el paso de luz a través del agua desde el atrio del hotel, y dispone de vistas espectaculares hacia el Palacio Real, Teatro Real y el antiguo barrio de Las Vistillas. A ambos lados de la piscina, dos plataformas motorizadas, con partes acristaladas, permiten cubrirla. Se convierte así en una espectacular pista de baile o un escenario retroiluminado, manteniendo bajo los pies los efectos de movimiento ondulante de agua y luz, que la hacen única en todo Madrid. Los proyectos de Studio Gronda buscan siempre la creación de experiencias para el usuario. Un ejemplo de ello es el Selfie Point que se ha diseñado para la terraza. Consiste en un gran marco concebido a modo de escultura que enmarca las mejores vistas desde el Hotel VP Plaza España Design y que propicia pequeños rituales dentro del recinto hotelero.
Gran comedor y salones en la Planta 1ª. Studio Gronda ha diseñado en estas dependencias un gran muro gastronómico a medida que se asocia a la idea de abierta más que al tradicional buffet de hotel. Realizado con Corian, un material de síntesis de alta resistencia y gran belleza, idóneo para productos alimentarios, queda dividido en dos, para productos fríos y calientes con conexión directa a la cocina. El muro gastronómico busca resumir en su interior los utensilios diarios de la cocina española expuesto de una forma abstracta en sus sectores verticales.
El gran comedor es un espacio refinado donde destaca el falso techo en forma de bóveda iluminada perimetralmente, con decoración pictórica de ramas de árboles en color champán que recrean sutilmente la sombra del follaje de un árbol, un diseño llevado a cabo por la artista Patricia Sanjuán. Esta zona se estructura en tres salones-comedor independientes, uno de los cuales puede dividirse a su vez, mediante paneles ocultos, en tres salas menores a modo de privados. El sistema de cerramientos está diseñado con todo detalle, incluyendo almacenaje y compartimentos para el equipamiento de hostelería.
Zona Wellness: Spa, gimnasio y cabinas de tratamiento en la Planta 1ª. Desde la recepción de la entrada lateral diseñada por Studio Gronda, se entrevé el lobby del Spa, abierto a clientes que no se encuentran alojados en el hotel. El Estudio firma también el proyecto de interiorismo del Spa, sauna, cabinas de tratamiento y gimnasio. La estratégica situación de la gran piscina, adosada al ventanal que da a la Plaza de España procura al usuario unas vistas excepcionales.
Salones para banquetes y eventos en la Planta 2ª. Con una planta en forma de L, esta gran zona de salones se ha proyectado para facilitar su transformación total. Puede utilizarse como gran espacio continuo o dividirse en salones independientes. Está dotado con todo el equipamiento tecnológico necesario para cualquier evento, dispone de una rampa de acceso para coches y conexión directa a la cocina. En la rótula de la L, se encuentra la zona de recepción y amplio chill out, que remarca una instalación cerámica realizada por Marre Moerel, artista holandesa afincada en Madrid. Un conjunto de hojas de cerámica en tonos bronces y blancos flotan en el techo enmarcadas por bóvedas pintadas en oro. Los ventanales de casi cuatro metros de altura conectan de nuevo el interior del recinto con la Plaza de España, en una bella visión sobre las copas de los árboles. Esta zona de salones puede dividirse hasta en seis espacios distintos, procurando diversas configuraciones alternativas. Los paneles móviles en tonalidad bronce se han desarrollado con entradas de luz cenital que los bañan, generando un efecto de elegante ligereza.
En definitiva, la intervención realizada en el nuevo VP Plaza España Design ofrece múltiples opciones de transformación. Este es uno de los conceptos que siempre está presente en el trabajo de Studio Gronda. Como apunta Diego Gronda: “Somos conscientes de que vivimos en un mundo que está en constante cambio, y por ello creamos proyectos que pueden absorber diferentes eventos y experiencias, que pueden reinventar su contenido sin perder por ello su esencia”.
“Nuestro máximo desafío es el de crear espacios atemporales que puedan mutar fácilmente para acomodarse a cualquier experiencia. Este cambio sólo es posible siempre y cuando la arquitectura que lo enmarca posea una presencia y potencia visual que agregue dramatismo y empatía con el usuario. Así es como creamos espacios que trascienden el tiempo y las modas”.
