El reto principal al que se enfrentó Lagranja design fue el de diseñar un restaurante en el que los comensales formaran parte del proceso gastronómico desde el mismo momento en el que cruzaran sus puertas. El segundo espacio, la coctelería Impur, se definió como un espacio mucho más canalla e impuro, lleno de espejos, color, y la tenue luz de las lunas de alabastro que acompañarán toda la noche a los “impuros”.
En definitiva, se definió y dio sentido al nombre del restaurante, PUR (puro) mediante el Interiorismo con materiales naturales sin apenas tratamiento. Madera natural, hierro, acero, latón, colores neutros y mucho arte son las herramientas que se han utilizado para darle personalidad al espacio. Para el diseño del restaurante Pur, se comenzó instalando una cocina de última generación, una barra de mármol y la mesa de emplatado (diseñada como una gran tabla de cortar) ocupan el espacio central donde se hacen todos los preparativos para cocinar. El proyecto se centra y da total protagonismo a una gran cocina abierta que comparte el espacio principal con la sala comedor.
Los comensales pueden sentarse directamente en la barra, dónde ningún detalle se les pasará por alto. También pueden sentarse en bancos con altos respaldos de madera que generan espacios más independientes y recogidos, pero con vistas generales de la sala y gran perspectiva de la cocina. Por último, si lo prefieren, hay 2 grandes mesas entre el patio y la cocina, dónde casi pueden notar el calor de los fogones. No se esconde nada, incluso las neveras se han colocado en el acceso para poder ver el producto fresco al pasar. Éste ha servido tanto para crear los moldes de yeso blanco que se expone en las vitrinas y en el patio, como de inspiración en el diseño del papel pintado. Elemento que viste las paredes del restaurante y de la coctelería.
Desde el atelier del estudio, se crearon más de 200 moldes de yeso con alimentos frescos (mariscos, pescados y varias frutas y verduras) que se han convertido en piezas únicas que decoran del restaurante. De acuerdo con el espíritu “puro” del restaurante, los moldes se han dejado sin pintar y se han colocado en el patio interior acristalado. Su composición recuerda las primeras colecciones de botánica que se podrían ver en los museos de historia natural. Las figuras y formas realistas que se aprecian, como los tentáculos de pulpo enroscado, las lechugas regordetas, las cabezas de brócoli bulboso y similares, también se han reproducido en los papeles pintados hechos a medida para el proyecto.
Para acceder a la Coctelería Impur, el cliente atraviesa una gran celosía de madera retro-iluminada y baja las escaleras descubriendo los elementos que definirán un espacio mucho más canalla e impuro. Se trata de elegantes biombos de listones de madera de roble, intrincadamente interconectados para permitir la privacidad y ligereza, demarcan el recorrido de las escaleras que llevan hacia la planta baja, donde el visitante encuentra otro local para continuar la velada: Impur, una íntima boîte concebida para tomar cócteles y seguir con las charlas o celebraciones. La intensidad de los tonos burdeos en diversos materiales crea la escena de decadencia desenfadada en el área del bar. Siguiendo con los ejercicios de diseño típicos de Lagranja ‘del atelier al proyecto’, el estudio ha creado ex-profeso unos grandes apliques en forma de luna con piedra de alabastro que adornan las paredes junto a los espejos “de sastre”, colocados para añadir profundidad al espacio con luz de baja intensidad.
Una gran barra de ésta misma piedra da la bienvenida al cliente. Tras ella se deja el máximo de espacio libre para poder bailar la música en directo. Aunque aquí el show es ver a los barmans trabajar se ha vuelto a dejar la cocina abierta para que el cliente no se pierda detalle. El sillón “Round” diseñado adrede y producido por Lagranja Collection, proporciona los asientos en esta área. Los baños son todo un estallido de color, con lavabos de mármol tallado que reflejan el lujoso ambiente de Impur.