En este proyecto Clavel Arquitectos emprendió la remodelación de 2800 m2 del edificio existente, que contiene un hotel de 5 estrellas, restaurantes y espacios de ocio en Badajoz. La actuación se centró en la conexión del atrio central con las zonas de ocio y el vestíbulo de acceso al hotel en planta baja.
La recepción del hotel funciona de manera independiente al resto del programa. Se ha diseñado como una “concha” que se abre al paso en el recorrido hacia el acceso a los espacios de ocio, una envolvente continua con matiz de mármol negro Marquina.
El atrio central vertebra el edificio, llegando a él bien por la recepción del hotel o por el acceso de la fachada lateral. Se trata de la trasformación del volumen interior de un atrio de cuatro alturas, rompiendo la simetría existente y jugando con la creación de plataformas que dinamizan el espacio y llenan el volumen antes vacío de contenido.
Las plataformas generan espacios entre plantas, colonizando el volumen y partiendo la escalera, haciendo mucho más ameno y fluido el ascenso. Los principales materiales empleados en el atrio son la luz y el espejo, una gran lámpara formada por diversos anillos de metacrilato que serpentean el espacio y envuelven al usuario haciéndolo ascender entre escaleras y plataformas llenas de reflejos. Los paramentos verticales cubiertos de manera continua por espejo multiplican el efecto.
La lámpara descuelga más de 7 metros de altura generando una cascada de anillos iluminados a los que se suman las barandillas de las plataformas y planta primera, potenciando mucho más el efecto envolvente de la luz. Bajo la lámpara se sitúa una pequeña barra de coctelería que propicia el encuentro y disfrute del espacio. Todo fluye entre las distintas salas y niveles invitando al usuario a descubrir cada rincón dentro de un circuito de luz que le acompaña no solo en las zonas de ocio, sino también hasta el restaurante y la terraza. Las líneas de luz del atrio se materializan en las salas en perfiles que integran luz led fijados a la pared.
La zona de ocio da paso al “restaurante sala roja”, un espacio dinámico donde sirven comidas y copas bajo una cuidada iluminación, se distinguen dos zonas: zona de barra que te recibe con una lámpara de perímetro ondulante con un manto de plantas en tonos rojos y 240 puntos de luz dorada. Zona de mesas con paredes y techo ondulados en color rojo, un segundo plano de profundidad que otorgan cortinas de poca opacidad que dejan entrever las sombras de la vegetación colocada entre las mesas. Al final del recorrido de ocio en planta primera se llega a una terraza con una pérgola bioclimática y un espacio multiusos, donde se desarrollan actividades asociadas tanto al restaurante como de ocio del complejo.