Por Gala Mora
No queda claro que ver por las habitaciones del InterContinental Khao Yai Resort a Agatha Christie dando un paseo fuera un buen presagio, pero de lo que no hay duda es que no desentonaría en absoluto. Porque la reina del misterio habría quedado prendada del trabajo llevado a cabo por el arquitecto y diseñador de interiores Bill Bensley, elevando a su máxima expresión la era dorada de los viajes en tren. Y es que eso es este maravilloso hotel ubicado en Bangkok, Tailandia, un viaje en el tiempo.
Pasajeros al tren
El increíble desafío de convertir este hotel en una serie de vagones de lujo ha sido posible gracias al galardonado arquitecto y diseñador de interiores Bill Bensley, quien se inspiró en la puerta de entrada de la zona para el transporte ferroviario al noreste de Tailandia durante el reinado del rey Rama V. En la misma recepción, los huéspedes son llevados a una zona de bienvenida que evoca el estilo de un mostrador de billetes, donde suena una campana de jefe de estación tradicional para saludarles.
Adornado con recuerdos ferroviarios, desde baúles hasta billetes antiguos, el hall de entrada prepara el escenario para lo que los clientes van a vivir después. Unos pasos más y nos veremos atravesando unos jardines espectaculares, antesala de las habitaciones.
Cada una de las 45 habitaciones de los edificios principales, permite a los huéspedes relajarse en un entorno elegante adornado con tapices inspirados en los antiguos carteles de ferrocarril que alguna vez colgaron en las estaciones de tren de la provincia. En cada una, un balcón con vista a los terrenos del resort aumenta la sensación de estar rodeado por un paraíso natural y exuberante.
Unos vagones para viajar al centro del lujo
El proyecto fue un auténtico reto para Bill Bensley y su equipo, que pusieron mimo y detalle en cada parte del proceso, tal y como explica él mismo. “Cada vagón está diseñado de forma única y lleva el nombre de un destino diferente, lo que te transporta al glamour de los viajes en tren de antaño. Ubicadas alrededor de un lago, las suites, de 47 metros cuadrados, están elevadas para una experiencia similar a la de un tren, con una cama cómoda, baño y vestidor.
Los ricos paneles, hábilmente elaborados para emular las ventanas originales de los carruajes, se complementan con fondos de pantalla escénicos y retroiluminación ambiental que evocan la sensación de vistas onduladas del campo. En cada vagón, delicadas telas a medida de la famosa compañía de seda tailandesa Jim Thompson, se suman aún más a la sensación de localidad tailandesa única”.
Todas las habitaciones cuentan con espacios al aire libre, ya sea un balcón, una terraza o una piscina de inmersión privada, como en las cuatro Heritage Railcar Villas con un dormitorio y piscina (116 metros cuadrados) y Heritage Railcar Villa con piscina y dos dormitorios (223 metros cuadrados), brindando a los huéspedes la oportunidad de estar más cerca de la naturaleza.
Conocido por su pasión por fusionar la narración con la restauración y la construcción de una manera que preserve la naturaleza, Bensley recuperó vagones de tren de toda Tailandia, ¡encontrando algunos que no habían sido utilizados desde hacía más de 50 años! “Tanto tiempo llevaban así”, asegura un entusiasmando Bensley “que los árboles Ficus habían echado raíces en el techo y envolvían casi por completo el vagón”. Eso sí, se han conservado algunos de los sistemas de raíces, fomentando la sensación de estar conectados con la Madre Tierra.
Una apuesta por la sostenibilidad
Porque otra de las características que definen el trabajo del diseñador, es su búsqueda incansable por la sostenibilidad en sus proyectos. Y este no iba a ser menos. Para ello, utilizaron materiales de origen local además de los mencionados vagones de la región.
Se utilizarán tarjetas de madera y productos de limpieza ecológicos biodegradables en todo el complejo, mientras que el equipo culinario trabaja en estrecha colaboración con las granjas de la región para obtener ingredientes de temporada y minimizar el desperdicio de alimentos.
Con una variedad de espacios y escenarios exclusivos ubicados a lo largo de los amplios terrenos, el InterContinental Khao Yai Resort es el escenario perfecto para cualquier historia que uno pueda y quiera imaginar. Desde luego, Agatha Christie asistiría encantada a cualquier reunión a la que fuera convocada. Pero a ser posible, sin asesinatos.