Este hotel, uno de los más famosos y prestigiosos de la ciudad de Murcia, abrió sus puertas en 1925, se renovó en 2005 y está gestionado desde 2013 por la cadena hotelera Tryp, una de las marcas de hoteles urbanos de la cadena Meliá Hotels International que cuenta con cerca de 100 establecimientos en algunas de las ciudades más dinámicas y cosmopolitas del mundo. Incorpora a sus instalaciones un excelente restaurante (referente en la ciudad por su cocina murciana en versión moderna), un casino y un pub de copas en la muralla árabe del siglo XII. Todo ello constituye una serie de ingredientes de indudable atractivo para el visitante a la ciudad.
Sin embargo, se requería dotar además, de una imagen acorde con la demanda y exigencia en los nuevos nichos de mercado hotelero en los que los nuevos estándares han sido establecidos por los hoteles boutique, tratando de llamar la atención a clientela más joven donde el factor diseño es un elemento diferenciador. Una imagen más contemporánea y fresca que a la par que conservara la lealtad de sus clientes habituales, pudiera mantener el precio de las habitaciones y su cuota de mercado.
El proyecto de reforma de Clavel Arquitectos, abarcaba pues el rediseño de los vestíbulos, mobiliario, y equipamiento añadiendo a ello trabajos para mejorar la operatividad, como la incorporación de modernas instalaciones, nuevas facilities para el usuario y mejoras en la accesibilidad.
En el caso del hotel, el concepto de diseño es la creación de un paisaje interior abstracto donde las continuidades, flujos y reflejos sean capaces de “sortear” y “diluir” la rígida geometría y tamaño de los ocho pilares del espacio central existente. Así, un techo de tela de PVC tensada de color blanco brillante haría el efecto de nube en movimiento bajo un cielo estrellado de focos de luz, una serie de cortinas metálicas plateadas sería la lluvia y un suelo marrón satinado con surcos oscuros haría el efecto de tierra labrada sobre la que crecen las plantas.
El vestíbulo del casino es un cajón de madera ranurada situado en un nivel superior y desde el cual se otea el vestíbulo-paisaje del hotel. Plantea la reconfiguración de la recepción existente, que se reubica en una zona más próxima a la entrada del mismo. El mostrador de dicha recepción es el elemento protagonista y trata de simular fichas de juego gigantes.
Varias han sido las dificultades a las que se han tenido que hacer frente en esta obra. La primera es la de realizarse sobre un edificio cuyas ampliaciones habían venido dadas por la absorción de edificios antiguos y contiguos a lo largo del tiempo. Esto generó el tener que dar solución a diferencia de niveles en suelos, eliminar instalaciones redundantes y a tener que recopilar una información técnica que describiera al detalle la situación existente. Otra dificultad fue la de poder realizar la obra y mantener el funcionamiento del hotel, permitiendo que tanto el personal como los clientes pudieran utilizarlo. Así, la obra se dividió en fases estancas en las cuales la velocidad y coordinación fue fundamental porque a la vez se debieron mantener los niveles de ruido que no molestaran a los clientes. Los proyectos de reforma a menudo se inician con poca antelación y las dificultades pueden surgir si las condiciones previas no están claramente definidas.
