Quintas González Arquitectos acometió este proyecto de reforma integral del establecimiento hotelero y sus instalaciones, encargándose de definir el proyecto de arquitectura, interiorismo y decoración. Además prestaron asistencia técnica durante la fase de ejecución de obra. El reto principal del proyecto fue conseguir convertir el Hotel en un lugar único donde vivir una experiencia diferente, crear una arquitectura emocional donde se ha diseñado hasta el último detalle.
La esencia del proyecto la encontramos en la morfología del edificio existente. Un gran volumen rectangular entre medianeras, con poca fachada y definido por tres patios. Es en los patios donde se centró toda la atención del estudio. Son los espacios donde las habitaciones se comunican con el exterior, y se hizo de cada uno de estos espacios un espacio cargado de contenido y sensaciones. Éste ha sido el eje conductor del proyecto Hotel Sevilla Kubb: Habitar los patios.
El estudio desarrolló el diseño de todos los espacios del hotel, incluyendo 134 habitaciones, de las cuales 10 son junior suites y la piscina en la cubierta del edificio. El edificio existente era el antiguo hotel Gran Lar de 1973, del que solo se mantuvo la estructura y un porcentaje mínimo de albañilería en la distribución de las habitaciones y baños.
El concepto de diseño se construyó a partir de los tres patios, reinterpretados de forma contemporánea, como tres elementos: luz, agua y tierra, elementos siempre presentes en estos espacios tradicionalmente. Tres patios, tres conceptos, y tres colores con un objetivo claro, transformar los patios en espacios únicos. La estrategia que marca el diseño de exterior (patios) es la misma que marca el diseño de interior (habitaciones). De esta forma cada habitación está vinculada con su patio. Cada uno de los conceptos que define los patios es llevado al interior de las habitaciones y también a los pasillos. El resultado evita la sensación de monotonía y dio la opción de crear tres tipologías distintas de habitaciones.
Los patios quedan asociados a las unidades habitacionales por los siguientes conceptos y diseños: Patio de la luz, el concepto de la luz sugiere reflejos y transparencias. Conduce a la gama de colores amarillos, dorados y ocres. La línea recta es la geometría elegida dando lugar a formas triangulares que definen el interior de las habitaciones. Es el patio más pequeño, por lo tanto, el más necesitado de luz. Quintas González diseñó paredes de cristal con tonos amarillos con el objetivo de llevar la máxima luz posible a las habitaciones. En el suelo un gran lucernario introduce la luz al vestíbulo principal. Las lámparas descolgadas con aristas vivas y perforaciones lineales completan la instalación.
Patio del agua, el concepto que define el diseño es el movimiento, el fluido, la onda. La geometría es la curva y la gama de colores son los azules, cianes y cobaltos. En este patio las chapas perforadas dibujan curvas que sugieren este movimiento. Al mirar al cielo podemos ver el agua de la piscina a través de una pared transparente, abajo en el suelo, una lámina de agua con formas curvas define la geometría del salón principal.
Y por último el Patio de la tierra y de la vegetación. Este es el patio de mayor tamaño y también el principal. La geometría elegida es el cuadrado y el cubo y la gama de colores son los verdes y marrones. El protagonismo del patio recae sobre la trama de balcones volados. Estos elementos, “cubos”, se convierten interiormente en espacios habitables en los que estar y desde los que mirar al patio.
