El estudio partía de un edificio en el que se había ya realizado una intervención para rehabilitarlo arquitectónicamente en profundidad hace más de 15 años, cuando aún no estaba vinculado a la cadena Hospes Hotels. Aún así, la actuación tenía que actualizar y optimizar con mayor énfasis el conjunto de las instalaciones, al tiempo que compensar ciertas carencias.
Un paisaje de alto valor ecológico, formado por cientos de olivos centenarios y más de 80 nidos de cigüeña, se convierte también en protagonista del proyecto, que ha puesto el foco en el equilibrio entre el edificio con su entorno. En la completa metamorfosis de la edificación, se han creado 46 habitaciones y baños, y se han potenciado también las zonas comunes como los salones para las celebraciones, las terrazas, la piscina o el pool bar.
El estudio ha tratado de potenciar y mantener la historia del inmueble y de su entorno convirtiéndolo en el hilo conductor del proyecto, ya que es aquello que lo hace único. Por eso vemos el uso de referencias del pasado para definir el diseño de las estancias. Los elementos estructurales propios del cortijo se han dejado desnudos, evitando envolturas y potenciando la esencia del edificio. en los nuevos elementos se busca el minimalismo, con el uso de materiales puros y naturales como la madera y la piedra, que recuerdan siempre a la naturaleza alrededor.
El proyecto de reforma ha creado nuevas zonas tanto interiores como exteriores pensadas para el confort del uso hotelero de alta gama, recuperado la identidad de las diferentes edificaciones situadas entorno a un patio central, estilizándolas y simplificándolas. Se ha habilitado también un recorrido por la extensa parcela de origen agrícola para visitar sus diferentes enclaves de interés.
Los materiales utilizados predominantemente en el diseño han sido la piedra, la madera, la iluminación led, metal, textiles, papel pintado o el cristal. En las habitaciones predominan los tonos neutros, muy elegantes, y se dejan a la vista elementos arquitectónicos originales del edificio. Arcos, vigas, ventanas de piedra, o grandes chimeneas, se muestran y se acentúan con la iluminación, mostrando todo el esplendor del edificio.
En la decoración se han usado elementos de diseño combinados con elementos tradicionales, dejando las paredes sin decoración para potenciar al máximo la belleza arquitectónica. en definitiva, Requena y Plaza ha sabido crear un interiorismo peculiar, uniendo lujo, naturaleza y tradición.