Por Gala Mora
Un amplio y clásico local del Eixample barcelonés, con una espectacular estructura metálica de principios de siglo, se ha convertido en un homenaje a Cadaqués. Las calles de piedra, sus casas blancas, las barcas del puerto o esas pequeñas calas que salpican su orografía, el paraíso mediterráneo se ha convertido en el eje del trabajo del estudio El Equipo Creativo para convertirse, casi por arte de magia, en el restaurante Compartir Barcelona, aunque desde una perspectiva más urbana y contemporánea.
Pero que sea el pequeño pueblo de adopción de Dalí no ha sido casualidad. Así lo cuenta el estudio Equipo Creativo: “Compartir Cadaqués, fue el primer restaurante del trío de chefs del multipremiado Disfrutar, Eduard Xatruch, Oriol Castro y Mateu Casañas. El local ya forma parte de la vida del pintoresco carácter de Cadaqués, al igual que lo hacen sus calles empedradas de pizarra, sus ventanas azules asomándose al Mediterráneo, sus barcas meciéndose suavemente en la bahía, la artesanía de sus comercios invadiendo las estrechas calles con cestas, mimbres, tejidos… y ese aura artística, casi pictórica, que envuelve la villa de Dalí, y que ha inspirado a tantos otros artistas. Continuar ese legado ha sido el objetivo del proyecto que llevamos a cabo en Barcelona”.
La plasticidad de un cuadro
Sabiendo que esa era la esencia y el estilo que se buscaba, era inevitable que el estudio planteara el proyecto imaginando una galería de arte con grandes cuadros abstractos, de forma que el diseño fuese un gran espacio blanco presidido por tres abstractas “ventanas” azules al al mar Mediterráneo: “una ventana escultórica, una pictórica y una textil. Cada una de estas ventanas se convierte en una oportunidad para colaborar con artistas y artesanos locales”, continúa el estudio.
El contrapunto lo dan las formas curvas de espejos y ligeros biombos de mimbre y ratán, convertidos en cálidas lámparas. “Situados de forma espontánea a lo largo del local, consiguen dar privacidad a las mesas, una de las prioridades de nuestros clientes”. Al mismo tiempo recrean un paisaje abstracto de velas y barcas, como referencia a la bahía de Cadaqués. Las barras y cocinas se muestran con formas sencillas y rotundas y funcionan como nodos de energía que activan las diferentes zonas del restaurante.
Buscando texturas
Buscando una materialidad cálida y de clara referencia al Mediterráneo, Estudio Creatido optó por utilizar superficies en blanco roto muy texturizado, enfatizando en todo momento el toque artesanal tan característico del pueblo costero y que tan bien casa con la idiosincrasia de la ciudad condal, también mediterránea y artística. La paleta cromática también tiene su sentido. El tono gris de la piedra pizarra y su aplicación en `trencadís´, junto con el color teja luminoso de las cerámicas, en contraste con el abstracto e intenso azul de las ventanas, crean un potente conjunto que se puede leer en términos casi pictóricos, y pretenden dialogar con las increíbles composiciones de color y textura de los platos propios del Restaurante Compartir.
Además, todos los materiales y productos utilizados en el proyecto han sido 100% locales, así como los artistas y artesanos con los que se ha colaborado en la creación de piezas especialmente diseñadas para el restaurante. Cada detalle, cada rincón buscado con intención, cada color y composición, buscan hacer sentir al comensal en medio de un lugar al aire libre, rodeado de mar y arte y donde los sentidos, todos, se disparan. Es la reacción que consiguen solo los buenos proyectos. Y el restaurante Compartir Barcelona sin duda, lo es.