CANFRANC ESTACIÓN

Oro, nazis, soldados y espías, la antigua estación de Canfranc, una joya neoclásica del siglo XX en el Pirineo aragonés, es hoy un increíble Royal Hideaway Hotel gracias al trabajo del estudio Ilmiodesign.

En un enclave privilegiado que sirve de paso entre España y Francia, la estación de Canfranc se inauguró en 1928 de la mano del rey Alfonso XIII junto al presidente de la República Francesa Gaston Doumergue, y vio partir su último vagón en 1970.

A pesar de su relativa corta vida, el lugar está lleno de historia, mitos y leyendas, con espías, soldados, oro y joyas nazis que llegaban como pago por el envío de wolframio y pirita para blindar el armamento nazi, mientras fugitivos judíos alcanzaban la libertad entre sus raíles.

Por Gala Mora

Catalogada como Bien de Interés Cultural, su abandono quedó a un lado el día que la cadena Royal Hideaway Luxury Hotels & Resorts decidió hacerse con ella y proporcionarle una segunda vida. Para ello, contó con el exquisito gusto y la delicadeza en los detalles del estudio formado por Andrea Spada y Michele Corbani, Ilmiodesign. El nuevo establecimiento Cinco Estrellas Gran Lujo permite viajar al pasado con el confort del lujo contemporáneo.

Vista del exterior de la estación

Una oda a la conservación

Conservar la arquitectura industrial de la época, respetar e integrar el carácter monumental de la estación de principios del siglo XX y perteneciente al Neoclasicismo, fue lo primordial para Ilmiodesign. Para ello, se inspiraron en la estética de las antiguas estaciones del siglo XX y de sus lujosos trenes de largo recorrido, con sus particulares vagones y elementos representativos, pero aportando un guiño contemporáneo. “Hemos querido proyectar el magnetismo de este espacio tan emblemático, diseñando espacios cálidos y elegantes que se fusionan con sutiles elementos art déco para crear ambientes contemporáneos y nostálgicos. Ambientes donde resaltan materiales nobles como la madera y el latón, tejidos ricos como el terciopelo y una gama cromática inspirada en los años 20 en tonos beiges, verdes y petróleos”.

Vista del nuevo hall en tonos piedra contrastados en blanco

El edificio de 241 metros de largo y de 12 de ancho, de planta alargada y estructura simétrica, articulado en cinco cuerpos (un cuerpo central, el lobby de la antigua estación y dos alas laterales, totalmente simétricas que culminan en un cuerpo de coronación), es de estilo afrancesado y su exterior está inspirado en la arquitectura parisina de finales del siglo XIX. A nivel de materiales, combina de forma variada hormigón, piedra, hierro, cristal y pizarra, generando un interesante contraste cromático.

El lobby, de estilo afrancesado

Un hilo conductor

A nivel creativo, el estudio ha desarrollado un hilo conductor común para todo el proyecto, evocando esa época dorada del ferrocarril de los años 20, pero creando una personalidad propia para cada espacio dentro del hotel. Así, en el lobby, uno de los espacios más especiales por su monumentalidad, se ha recuperado el suelo original de la parte central creando una especie de alfombra alrededor de la escalera principal, y se han reinterpretado las formas geométricas de este diseño, simplificándolas y actualizándolas para el suelo restante de la estación. Además, han apostado por tonos piedra para las paredes, junto a materiales textiles en tonos marrones, en contraste con las molduras en blanco, para dar más calidez a este gran habitáculo. Como elemento central del hall, encontramos las antiguas escaleras que daban acceso a la estación que dividen a un lado la zona de recepción, y a otro una zona de sofás y bancadas.

Vista del bar del lobby

Dividido en dos plantas

Canfranc Estación a Royal Hideaway Hotel cuenta con 104 habitaciones de distintas tipologías repartidas en dos plantas. Todas guardan la misma estética, aunque las estancias de la primera planta tienen los techos más altos y las de la segunda son abuhardillados, por la propia estructura del edificio.

Colores verde agua en los elementos de mobiliario

Para el diseño de las habitaciones, Ilmiodesign ha buscado esa sensación de confort y dinamismo a través de distintos elementos y materiales, como los rastreles de madera en paramentos y techos que van conformando la estética de la habitación y guiando al huésped. A nivel cromático, Spada y Corbani han apostado por tonalidades beiges en distintas intensidades para las paredes, aportando el toque de color a través de las piezas de mobiliario.

Habitación con salón independiente

Así, descubrimos unas mesas diseñadas en exclusiva para el proyecto en un tono verde agua, evocando de nuevo ese color de los lagos pirenaicos. A nivel iluminación, el estudio ha diseñado un circuito de intensidad y color de la luz muy cuidado, apostando por piezas de diseño propio.

Vista de la zona de salón

Para romper la extremada longitud de los 99 metros del pasillo, se crearon tres elementos de transición que interpretan el pasillo como si fuese el interior de un vagón, y dan la sensación del paso de un vagón a otro.

Habitación abuhardillada

El resto de zonas, un disfrute para los sentidos

La zona wellness es una oda al bienestar y al disfrute de los sentidos, y está dividida en tres áreas: gimnasio, zona de masajes y spa, que tiene un mayor protagonismo. Para su diseño, Ilmiodesign ha tratado de proyectar un espacio cálido desarrollando una estudiada iluminación en tonos dorados que combina con una envolvente oscura, pensada para conseguir un ambiente de relax que ayude a la desconexión.

Zona de spa

Los dos vagones abandonados son dos zonas gastronómicas: en el primer vagón, con 40 plazas, encontramos el Restaurante 1928 con una cocina franco- aragonesa y en el segundo, de solo 16 plazas y con cocina vista, nombrado Canfranc Express, un viaje gastronómico dentro de la cocina creativa aragonesa. Al frente de ambos se encuentra el premiado chef Eduardo Salanova y Ana Ancín. Para el interiorismo de los vagones, Spada y Corbani se han inspirado en la estética del emblemático tren Orient Express y de los vagones restaurantes que atravesaban Europa en los años 20.

Vagón restaurante

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