Después de conocer todos los detalles del proyecto en una presentación en el auditorio de la biblioteca, Elena Orte guió al grupo por los diferentes espacios del edificio. Un edificio que es fruto de un trabajo de investigación y aprendizaje realizado a lo largo de años por el estudio, y que ha resultado en una estructura impresionante construida en madera que se erige como una extensión del espacio público. Basado en tres núcleos (las patas del edificio), un patio que conecta y una escalera en espiral, se configura un interior muy complejo, pero al mismo tiempo muy intuitivo para el usuario.
El objetivo del proyecto era que los vecinos reconocieran este espacio como propio, configurando la entrada y la fachada lateral como un auténtico escaparate que se puede abrir literalmente a la calle. La clásica biblioteca se redefine con un concepto mucho más amplio, un lugar de encuentro para gente de todas las edades y un hogar acogedor, en el que es posible leer de diferentes maneras, disfrutar con los bebés en la “bebeteca”, o estudiar en un pequeño oasis cerrado con visillos
Al finalizar la visita, realizada el 9 de mayo, el grupo disfrutó de un aperitivo en el jardín, que se pudo preparar en la cocina, otro espacio al servicio de los usuarios que no es habitual encontrar en este tipo de edificios.