El edificio fue construido a finales del siglo XVIII por Don Francisco Leandro de Viena, Conde de Tepa, quien lo encarga al arquitecto Jorge Durán. El proyecto, de estilo Neoclásico italianizante, es del gusto del entonces Arquitecto Mayor de la Villa, Juan de Villanueva quien participa también en el diseño. Posteriormente el palacio se transforma en viviendas y locales en planta baja, perdiendo en su interior prácticamente todos los vestigios de su origen palaciego. En 2004 es transformado en Hotel 5* para la compañía NH Hoteles por los arquitectos Javier Feduchi y Werner Durrer.
La intervención de Estudio b76 en las habitaciones se enfocó en enriquecer las paredes tanto del cabecero como la correspondiente a la televisión, incorporando unos “biombos” de papel pintado con motivos naturales enmarcados en madera de tono Wengué, así como de la incorporación de nuevo mobiliario, equipamiento e iluminación. Estos “biombos” se intercalan con paneles de espejo bronce de suelo a techo produciendo un efecto de continuidad de la habitación al otro lado. Se sustituyó la mesa escritorio habitual por una mesa redonda con dos cómodas butacas a su lado, acentuando la comodidad y sensación de espacio doméstico que se buscaba. Para las mesillas, maleteros y escritorios, Estudio b76 diseñó mobiliario exclusivo. El suelo de madera maciza de wengué se restaura y se incorpora una alfombra imitación Yute a pie de cama. La iluminación busca la calidez doméstica, incorporando nuevas tulipas a lámparas de cabecero y lámpara de pie en textil de arpillera, e incorporando apliques de lectura. El armario se reconstruye incorporando en él, el mueble bar y los amenites propios de NH Collection.
El proyecto de adaptación del antiguo palacio a su nuevo uso hotelero supuso asumir una rica variedad de tipología de habitaciones, según la situación y planta en la que se encuentran.
En la planta primera la cubierta abovedada nos genera una tipología muy ligada a su composición arquitectónica estructural. En la planta segunda o principal, la altura original permite la creación de Junior Suite dúplex y en ambas esquinas del edificio, las habitaciones Suite, donde a doble altura se ha situado el dormitorio principal. En la planta cuarta, el espacio abuhardillado también nos deja a la vista la estructura de madera que compone la cubierta.
En la Recepción, antiguo patio interior del Palacio de Tepa, cubierto con acristalamiento en el proyecto de Feduchi, se recupera la idea de invernadero para este nuevo interiorismo. La recepción se amuebla con sofás y sillones de exteriores y se inunda de plantas recordando su antigua condición de patio. Enmarcando la zona estancial con alfombra de yute con hilos de cobre. El fantástico cuadro abstracto existente, se ensalza creando la sensación de que flota, gracias a la estructura metálica de soporte que lo enmarca a la cortina que se desarrolla detrás de él y a la retroiluminación. El mueble de recepción tiene un cuidado diseño a nivel estético y operativo, destacando el empanelado enlistonado, el sobre en mármol emperador y las lámparas decorativas. El mueble queda flanqueado por el wellcome desk y el mostrador adaptado prolongando el diseño anteriormente descrito. De fondo unos biombos de estructura metálica en celosía dividen recepción del espacio arqueológico que hay detrás y donde gracias a una cuidada iluminación y un suelo acristalado, podemos disfrutar de los restos arqueológicos del “viaje de agua de la Castellana”.