En el corazón de una finca tradicional, Son Blanc Farmhouse invita a una experiencia inmersiva única: una inmersión en la vida rural, la belleza del paisaje y la agricultura tradicional. Se prestó especial atención a preservar la estructura original y a resaltar las características existentes, como las bóvedas y los arcos. La naturaleza de la isla inspiró el proyecto. Los principales materiales locales utilizados son marés (piedra caliza), madera de acebuche y arcilla, y marcan cada una de las catorce habitaciones del hotel. También es el hogar de muchos artesanos locales que han trabajado para crear este lugar: artistas textiles, ebanistas, ceramistas, carpinteros…
Son Blanc Farmhouse es un proyecto que ha ido madurando durante varios años en la mente de los propietarios con el objetivo principal de la autosuficiencia. Son Blanc Farmhouse es una visión diferente de viajar a la que aspiran, y que les permite aplicar sus convicciones. Es un ejemplo de construcción sostenible. A través de este proyecto, los clientes materializan su deseo de crear un verdadero ecosistema, acercando a los seres humanos a su entorno. La finca cuenta con recursos naturales y minerales excepcionalmente ricos que, con la ayuda del hombre, se revelarán con el paso de los años.
Para restaurar esta antigua finca menorquina, se estudió meticulosamente cada detalle para favorecer el uso de materiales locales, naturales y sostenibles, con el fin de limitar el impacto ambiental de la construcción y avanzar hacia la autosuficiencia hidráulica, energética y alimentaria.