Espacio en Blanco se encargó de rehabilitar un local de mensajería industrial para convertirlo en este restaurante de la guía Michelín. El diseño se centro en trasladar las bases y la esencia de la comida de Tel–Aviv, combinándolas con la experiencia local y las influencias internacionales del su Chef. En yiddish, ‘balabosta’ es una expresión que hace referencia a una buena ama de casa, con “mucho carácter”. Desde esta visión el estudio trabajó con una idea clara. La comida, los platos eran el centro de todo. Por ello, se abrió la cocina al público. Como si de niños observando la cocina de su abuela se tratara.
Libros de cocina, mobiliario combinando maderas y mármol y un ambiente ligeramente ‘trash’, en recuerdo de los típicos locales de street food de las calles de Tel-Aviv. Recuperando esa idea de cálida tradición, combinando piezas de Duralex con platos blancos tan “de madre”. La combinación de elementos escogidos, consigue transmitir, una sensación cercana pero sofisticada. Y en la esencia del proyecto una máxima: La mesa nos une.