Con un espacio reducido, dos plantas y ganas de hacer algo distinto a lo habitual, Espacio En Blanco diseñó Flying Monkey. Buscando ese equilibrio en lo ecléctico, desarrollaron un concepto de obrador de panadería, en la parte inferior del local, como semilla para un proyecto futuro a pie de calle. El estudio ideó un concepto de restaurante perimetral, cubriendo todas las necesidades de los clientes. Dejando espacio, con esta idea, para una sala en la que se combinan, con un sorprendente equilibrio estos dos mundos. Materiales industriales combinados con elementos que asientan la sensación de calidad y sofisticación integrándose en el concepto. Ese caos controlado que los clientes siempre imprimen a sus propuestas en restauración, llevado de nuevo a la sala.