El proyecto consistía en crear distintos usos en el vestíbulo del hotel, un gran espacio abierto de 16 plantas de altura, de manera que sea acogedor para los clientes. El estudio debía renovar los espacios teniendo en cuenta los requerimientos de la nueva marca, y dotar de distintas funciones a cada uno de los espacios, de manera que fluyan a través de la nueva distribución (zona de bar, lounge bajo pérgolas, mesas altas para reunirse o formar parte del bar, etc.). Con el fin de hacer un espacio acogedor en zonas comunes con dieciséis plantas de altura libre, se crean una serie de pérgolas que ayudan a bajar la escala y delimitar los espacios. Bajo ellas, se ofrecen distintas experiencias a los clientes (barra de bar, asientos de lounge, zonas de trabajo y de
reuniones informales). Se utilizan tonos neutros y materiales nobles, y se juega con la luz y distintas luminarias para hacer espacios más agradables y potenciar la zona central de vestíbulo del hotel.