Palodú es un escenario donde la dualidad se encuentra en cada detalle, desde la interacción de luces y sombras hasta la mezcla de texturas suaves y
rugosas, todo ello desde la interiorización de sus ideas para trasladarlas al espacio. La distribución de este es clave para crear distintos ambientes que coexisten en sintonía, además de ser un reto en cuanto a diseño, el edificio se caracteriza por un planta un tanto alargada y fragmentada, contando con una fachada protegida por ser un elemento histórico. La paleta de colores, dominada por tonos neutros, proporciona una base serena sobre la cual
resaltan texturas. El confort acústico es una prioridad, asegurando que la atmósfera del restaurante invite a la conversación y al disfrute sin distracciones. Cada elemento, desde la iluminación focal hasta los recorridos bien pensados del personal y los comensales, contribuye al proceso de análisis e interiorización del espacio, haciendo de Palodú no solo un lugar para comer sino para vivir una experiencia completa. El restaurante se adapta al edificio histórico que ocupa, respetando su arquitectura mientras se introduce una funcionalidad moderna y ágil. Cada aspecto del diseño ha sido cuidadosamente considerado para asegurar que el espacio no solo sea atractivo sino también cómodo y práctico para todos los que interactúan en él. Cada persona ocupa un rol distinto y creemos en la importancia de hacer de un espacio funcional para todos. El estudio ha trabajado junto a los propietarios Cristina y Diego para garantizar que cada paso en el restaurante sea intuitivo y enriquezca la experiencia general.