El diseño del hotel es de estilo isleño incorporando toques mallorquines. Situado en una zona con una vegetación exuberante, los edificios están escalonados ajustándose a la topografía, lo que permite que prácticamente todas las habitaciones tengan vistas al mar. Se han creado edificaciones muy discretas para que los edificios pasen desapercibidos. El hotel se caracteriza por tener un diseño atemporal y el uso de materiales naturales como la piedra Mallorquina, la madera, fibras vegetales y cueros. Los elementos protagonistas son la naturaleza y las vistas al mar. En el edificio principal, destaca el lobby, con un gran portal donde el huésped en cuanto entra disfruta de una vista hacia la costa.
El resort cuenta con diferentes restaurantes. Oliva, de estilo mediterráneo, tiene una bóveda de ladrillo que simula una tasca española. En el restaurante asiático Anaya destaca un diseño con tonos más oscuros y contrastados. En el techo se han instalado paneles de fibras naturales con distintos colores y elementos como sofás circulares separados por unas pequeñas cortinas de metal. Flavors se sitúa en un edificio que flota al borde de la costa. Tiene ventanales de suelo a techo que permiten ver cómo se rompen las olas.Fresco, el restaurante italiano, el elemento que más destaca es su bancada con mesas alrededor en el centro con una gran lámpara de botellas de cristal retroiluminadas en el techo. Al lado de Fresco nos encontramos el Pool Bar, donde se ha dejado a la vista el techo de teja de barro inclinado forrado con paneles de cañizo para darle calidez. En el centro, cuelga un candelabro hecho de luminaria de fibras naturales trenzadas a medida por artesanos. El Beach Club, cuenta con un diseño inspirando en las islas griegas. Justo enfrente del Beach Club se encuentran las piscinas y una zona de tumbonas integradas con la naturaleza.
El lobby bar es una extensión del lobby con unas vistas impresionantes. Su fachada está acristalada con un lucernario en la parte central por la que entra mucha luz natural. En el exterior hay una gran pérgola con cobertura de cañizo trenzado y una barra con una cubierta de madera. El último de los restaurantes es el Deluxe. Está en un edificio semicircular muy cerca del borde del agua.
La zona Leisure está por debajo del Lobby en la planta baja. Se llega por una gran escalera ovalada de madera. En esta zona también se encuentra un teatro cerrado a modo de auditorio. Tiene grandes cortinas de tonos rojos y un elemento de luz central que le da más calidez al espacio. El complejo dispone también de un gimnasio y un Spa Anne Sémonin Paris. El spa cuenta con salas de tratamiento privadas, un hamman, una sauna y diferentes tipos de duchas de autor.
Las habitaciones del resort están diseñadas con el estilo mediterráneo característico de Ikos que incorpora diferentes toques mallorquines. Las más características son las villas, construidas con piedra mallorquina y grandes ventanales de lado a lado con vistas al mar.