Un homenaje a la tradición sevillana del vivir los espacios dentro y fuera, rindiendo tributo a los patios sevillanos, que acogen, invitan, y son reflejo de la luz, el color y la alegría de la ciudad. El proyecto, ubicado en la céntrica plaza de Molviedro de Sevilla, un enclave icónico de la capital hispalense, unifica 4 edificios antiguos con diferente valor histórico, respetando los restos arqueológicos como un tramo bien conservado de la muralla de la ciudad.
En la recepción destaca el mural pintado a mano de azulejos artesanales que se ha conservado. Adaptarse a la compleja arquitectura, teniendo que realizar cambios sin modificar la estructura inicial, supuso todo un reto para el estudio, que ha diseñado en su integridad la decoración y el mobiliario a medida, cuidando hasta el más mínimo detalle, y teniendo presente el espíritu característico de Sevilla, su alegría, sus colores y tradiciones. Los tonos cromáticos elegidos están presentes en el equipamiento y el mobiliario, armonizando con el enclave sevillano y transmitiendo una sensación de lujo y confort. Los materiales utilizados son nobles, como el cuero y la madera, combinados con una selección de textiles que aporta una estética actual y salpicada de toques andaluces.
El hotel cuenta con 70 habitaciones, 18 apartamentos de lujo, un restaurante, patio central, bar, y terraza en la azotea con piscina exterior.