Edificio de 8 apartamentos turísticos de alquiler reformados desde un edificio antiguo de los años 50. Yago estudio proyecta el interiorismo y el branding respetando profundamente piezas únicas del edificio con piezas diseñadas en exclusiva por el propio estudio. Los apartamentos se caracterizan por la exclusiva forma de sustituir muros por piezas de hierro lacado y vidrio con formas que recuerdan la época original del edificio, dejando pasar la luz para ampliar los pequeños espacios de techo a suelo que otorgan amplitud a cada apartamento. Se respetan paramentos originales: muros anchos curvos y esquinas curvas a las que se les permite convivir con nuevas paredes rectas.
Más de 1.000 piezas de suelo hidráulico restauradas una a una se vuelven a colocar de una forma distinta a la original, creando una línea divisoria que arranca desde los balcones delanteros del edificio y se adentran sutilmente hacia las estancias por debajo de las zonas curvas del mismo. Estas piezas se mezclan con pavimento porcelánico imitación madera en tono claro, azulejos artesanos color hueso y encimeras de petra rugosas. Los muebles bajos de cocina se diseñan con líneas antiguas y madera en color caramelo para contrastarlos con muebles altos rectos y lacados al mismo tono hueso de la pintura. Las puertas se eligen altas y sin premarco, recordando la altura original del edificio y se lacan de tono hueso como el resto de la carpintería. Se diseñan y fabrican cabezales retro iluminados con luz cálida que dibujan una línea decorativa en todas las habitaciones. En la zona de distribución de apartamentos se aplican molduras y se dejan pasar por encima de las puertas superponiendo un espejo circular que ilumina la entrada de forma sutil y crea una atmósfera elegante.
En la última planta se ha logrado crear un espacio único y elegante reconvirtiendo un antiguo palomar en la suite principal del edificio. Lo más destacado es la restauración del techo que se ha dejado tal cual se encontró, respetando el ladrillo y las vigas de madera incluso en su color. Se añade una nueva piel a toda la estancia retro iluminada para lograr un efecto de suspensión del tejado y con el fin de separar con respeto lo nuevo de lo antiguo. Se distribuye la estancia con una zona de noche con office y cama, una zona de agua con hidromasaje y ducha. Además se consigue ubicar el inodoro en una zona con ventilación natural. Lo más interesante de la estancia es el ambiente conseguido a través de la luz indirecta y la luz puntual con un tono cálido que invita a quedarse dentro de la estancia a pasar una velada romántica y tranquila.
El pavimento de la escalera es de mármol original del edificio así como el rodapié de la misma que es un porcelánico de aguas verdes y blancas. El pasamanos original de la escalera se restaura para dejarlo tal y como era así como la puerta de entrada que se restaura buscando el tinte original que ya no conservaba por el paso del tiempo. Todas las estancias del edificio se han pintado con el mismo color hueso original que mantenían las antiguas paredes y ese mismo color se ha sacado a la fachada cubriendo el caravista burdeos original y sumándole molduras florales a los balcones.