Isabel López Vilalta + Asociados aseguran que “el punto inicial del proyecto fue crear una distribución que permitiera generar espacios íntimos, para así disponer de diferentes zonas para distintos momentos del día además de una variedad de oferta gastronómica, por lo que más que de un proyecto de restaurante hablamos de tres: La Vaquería, La Fromagerie y La Marmita”. Estos espacios acogedores y exclusivos donde poder llevar al paladar a la máxima potencia gastronómica, se encuentran en el Grau Roig Boutique Hotel & Spa de Andorra, en la estación de esquí del mismo nombre, un refugio de montaña de lujo pensado para que los clientes puedan disfrutar de la jornada de apreski. La madera, el microcemento, materiales nobles, el diseño escandinavo y un cuidado mobiliario, otorgan un toque de sofisticación y calidad que sintoniza con los valores del hotel y que realza, aún más, la oferta gastronómica.
Por posición estratégica habría que empezar por La Vaquería, que ofrece un servicio a pie de pista con platos de la región y que está abierto solo a mediodía, para comer.
La Fromagerie, como su nombre indica, es algo así como una oda al queso y especialidades alpinas, con las fondues y raclettes como platos estrella.
Por último, y en la zona más íntima, se encuentra el restaurante La Marmita. “La cocina abierta, hace de telón de fondo de toda esta zona y destaca por su revestimiento realizado a partir de una boiserie de latón envejecido.
Sin duda, tres espacios que son mucho más que restaurantes, se trata de ambientes pensados para disfrutar del buen comer en un entorno privilegiado.